Ay Dios… todos sabemos que dentro del cine mexicano hay cosas buenas y cosas que no lo son, pues esta película entraría dentro de la categoría de pésimas, y es que de principio a fin es una sarta de sandeces total y literalmente.
En si la película trata de un diseñador de modas que durante una pasarela en Argentina se enamora a primera vista de una misteriosa mujer, además de sentirse atraído por una conductora de radio y también por una reportera que intenta entrevistarlo y que al final de cuentas resultan ser la misma persona.La clásica historia de amor, pero bueno ya estamos acostumbrados a ese tipo de guiones, más aquí lo malo no radica en su historia si no en la totalidad de la misma película.
Y es que desde el principio te bombardean con periodicazos en el que el “diseñador” ha triunfado en NY, Milan y Paris con sus colecciones pero conociendo la situación actual de la moda nacional ese intro basta para romper a carcajadas (y es que puede ser parte de la realidad interna de la película pero no encaja con el contexto total de la misma, mas adelante aclarare el punto y peca de idealista, unos segundos mas tarde nos presentan al aclamado diseñador y ¡oh decepción! se viste mas soso que un abogado, ¡en verdad! Se la pasa usando camisas con blazers, jeans y zapatos, sin propuesta, sin tendencia, sin originalidad ¡sin nada! Con la gracia de una lechuga mustia en pocas palabras. Luego viene su equipo de trabajo el cual tiene el mismo potencial de ensaladera (como la lechuga ya mencionada) además de ser una bola de inútiles pues ninguno tiene la mínima idea de lo que es a moda (el socio nunca ve las colecciones, la productora se encarga de llevar el café, una amiguita que solo estorba….).
Justo cuando el desfile de personajes no puede empeorar nos muestran al objeto del amor de nuestro diseñador (que por cierto no les había mencionado pero es Alfonso Herrera de RBD), la coestrella de la película que “interpreta” a una locutora de radio, pues esta mujer es plana en todos los aspectos de su persona, que si de por si no es muy agraciada los encargados de imagen de la película la terminan echando a perder, le alacian el cabello que le llega a media espalda (no entiendo la manía mexicana de que para estar arreglada es imperativo estar alaciada) le maquillan el ojo al mas puro estilo televisa donde se le notan las diez capas de colores mas el negro mapache y para terminarla de amolar le untan abundantemente lipgloss en los labios dejándola peor que en los noventas. Y justo cuando crees que por lo menos actuara bien ¡abre la boca!. Ahí queridos lectores se termina de regar el tepache (y eso que no les he comentado que su nombre artístico es Mandala), ya que comienza a dar su programa de radio con una voz jadeante digna de cualquier hot-line (poco menos que la canción Britney en Im a slave 4 u) de tres pesos y nos vaticina que el resto de la película será una reverenda porquería.
Por si no fuera poco la trama esta cargada de atrocidades graficas, escenas ridículas y sin la menor justificación, aquí se las pongo en lista;
El diseñador acompañado de sus amigos recorre un parque del Distrito Federal forrados en gruesos abrigos, gorros, guantes y bufandas cuando el sol esta en su zenit, haciendo sentir acalorado hasta al mas friolento.
Durante una evocación del protagonista la ya famosa (y muy vilipendiada) Mandala recorre las calles de la ciudad en un vestido blanco de gasa y un par de emplumadas alas rayando el cliché hasta su límite, eso si mas alaciada que nunca y brincando de banqueta en banqueta cual comercial de desodorantes.
Mandala a pesar de pasársela en coqueteo cibernético con el rebelde tiene su novio, y este a pesar de no besar a la actriz en la escena sale con unos coquetos labios untados en gloss.
Enfocándonos mas en el mundo de la moda que refleja la película llega el momento de verdadero sufrimiento para los que nos movemos dentro de este medio. Primero, el desfile mas importante de la película se desarrolla en Argentina, pero ¿Por qué? ¿No seria lo mas lógico ubicarse en Colombia o de a perdida en Brasil? Donde hay un desarrollo superior de la moda y donde hay una verdadera proyección.
El socio esta enfrascado en buscar inversionistas para poder impulsar la marca sin embargo ya cuentan con un lujoso piso de oficinas, lobby, sala de juntas, (aparentemente) taller, y un amplio personal con secretarias, asistentes, una productora, el socio por supuesto y la amiga que nunca se sabe que hace en la empresa, todo esto digno de una marca internacional y con un gran capital. Aquí es donde entra el punto de la realidad que ya comentaba mas arriba, o una de dos o ya son una marca bien posicionada o son un puñado de personas en un taller sencillo, lógica ante todo.
Durante un arrebato de creatividad Ponchito hace una colección inspirada en el terrorismo la cual al presentarse al publico lo lleva al ridículo y fracaso (y al de su empresa) comprometiendo el futuro de su marca pues los inversionistas detestan el concepto y la ropa, bueno hasta aquí todo suena trágico pero normal ¿no? Pues el drama viene cuando su amigo/socio le recrimina el haber sacado esa colección, ¿no como socio tendría que estar al tanto de lo que el diseña? ¿no habiendo tantas pruebas de la colección sobre modelos no pudo asistir a ninguna y evitar el desastre? ¿teniendo la gran infraestructura física y de personal nadie pudo prever el fracaso? Regresamos al punto de la logica.
Algo realmente cómico es que para medir el éxito/fracaso de la colección los personajes sintonizan La Oreja (si ese programa de chismes de televisa) donde el mismo Pepillo y secuaces despedazan el desfile ¿Qué no existen Vogue, Elle, Infashion, Fashion news, Fashion TV, E! o Anna Fusoni? Todos estos capacitados para dar opinión sobre el tema, y que normalmente reseñan todo lo ocurrido en México relacionado con la moda. ¿pero La Oreja? Por Dios.
Por si la puntada de La Oreja no fuera suficiente, cuando el pobre diseñador se ve agredido por sus amigos y equipo por atreverse a sacar una colección tan nefasta llega el conserje a felicitarlo y animarlo por atreverse a proponer algo nuevo… ¿¡Qué que!? No es que tenga algo en contra de los conserjes, pero de todo el personal que trabaja con el y que se supone es gente con que vive en la moda ¿el conserje es el único que tiene la visión de ser propositivo? En verdad ya no existe el temor a Dios.
Después de todo ese despliegue de inconsistencias y ridiculeces (y eso que no comente el molesto desfile interminable de marcas como canderel, dominos pizza, aple, etc. Pago por ver una película, no un informercial) hay algo que reconocer a los directores de esta película (si, a pesar de todo hicieron algo bien), es que para la primera pasarela utilizaron una colección de Malafacha dando un espectáculo original, con propuesta y sobre todo creíble.
Al final de cuentas hay varias películas que son nefastas, pero el problema es que es un cine producido aquí en México y que esta tomando un mundo como escenario y causa de los personajes, pero no hay ni la mas mínima intención por parte de los guionistas y directores por investigarlo. Simplemente llegan estos argentinos y crean una farsa del mundo de la moda, la llenan de clichés, malos actores y una pésima dirección dejando en ridículo al cine mexicano y por supuesto a todos los que nos dedicamos a la moda.
Ni hablar.
Malchik